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Autora: Sandra Arjona Acicolla
En la sociedad actual en la que nos encontramos, el acceso a la información permite estar en contacto con nuestro alrededor. No obstante, hay barreras lingüísticas, culturales y de la información que suponen un impedimento para las personas sordas o con alguna deficiencia auditiva y que, por ende, no tienen las mismas oportunidades de acceder a dicha información. Es por ello que, en el presente trabajo se habla sobre la subtitulación para sordos y las convenciones, normas, retos y dificultades a las que se enfrentan día a día los mediadores lingüísticos. Para ello, se trabaja con la película española "Contratiempo", ya que presenta un gran reto en el mundo de la subtitulación para sordos al hablar sobre la doble representación de un personaje. El trabajo de intervención analiza las convenciones de la subtitulación para sordos y hace un recorrido por los retos que se pueden encontrar, para finalizar con una conclusión sobre lo que ha supuesto el reto del doble personaje en la película.
Palabras clave: subtitulación para sordos (SPS), traducción audiovisual, colores, etiquetas.
1. Introducción
La Sociedad de la Información en la que nos encontramos actualmente ha propiciado de manera unánime la enorme necesidad de poder dar acceso a cualquier tipo de contenido a todas las personas. En el contexto actual, y para poder conseguir la completa accesibilidad, hay que eliminar las posibles barreras que impidan esta adquisición completa de la información. El presente trabajo se centra en la subtitulación para personas con sordera, pero se puede extrapolar a cualquier discapacidad.
¿Qué ocurre con las personas sordera o con alguna discapacidad auditiva?
Este colectivo se ve imposibilitado a acceder a la información por las barreras lingüísticas a las que se enfrenta día a día. Estas barreras no les permiten tener una igualdad de oportunidades. En este presente trabajo nos centraremos en los aspectos técnicos referidos al acceso a los contenidos audiovisuales. La norma UNE 153010:2012 "Subtitulado para personas sordas y personas con discapacidad auditiva" contempla una homogenización de estos aspectos técnicos en el subtitulado para que se puedan acceder de forma clara a la información, a la cultura y al entretenimiento.
La subtitulación para sordos (de ahora en adelante SPS) tiene una serie de normas que posibilitan unos requisitos mínimos de calidad, pero, sobre todo, una homogeneidad en la SPS.
Este tipo de subtitulación va dirigida, aunque no exclusivamente, a personas con deficiencia auditiva o personas sordas; personas que requieren de una ayuda especial para poder entender lo que pasa en películas, series, documentales, etc. y que sin este tipo de subtítulos o adaptación no podrían tener acceso a este contenido. La SPS se denomina comúnmente subtitulado cerrado, pues es el espectador el que elige si la quiere poner o no, es decir, depende totalmente de su elección (Díaz Cintas y Remael, 2007).
Es necesario tener claro cuáles son las limitaciones a las que se tiene que enfrentar una persona sorda o con deficiencia auditiva al ver una película y cuáles son los rasgos que nosotros, como mediadores lingüísticos, tenemos que incluir para que no se quede ningún elemento importante para el espectador sin subtitulación.
El objetivo principal que se pretende conseguir con este trabajo de intervención es dar visibilidad a la SPS, con todas las particularidades, normas y retos a los que se enfrentan los mediadores lingüísticos. Este objetivo, aunque a priori pueda parecer simple y anodino, conlleva un gran peso, pues con ello se pretende eliminar la barrera lingüística, cultural y de acceso a la información. Para poder expresar las convenciones de la SPS y los retos propios y particulares de cada contenido audiovisual, se ha escogido la película española Contratiempo (Paulo, Oriol, 2017).
En primer lugar, hablaremos sobre la posición de los subtítulos. Estos se colocan en la parte central inferior de la pantalla, a menos que haya un rótulo con información importante (en tal caso se desplazan arriba) o se esté emitiendo una interpretación en lengua de signos (que se desplazan a la izquierda para no tapar al intérprete).
En lo que respecta a los efectos sonoros, propio de la SPS, tales como risas o aplausos, estos deben colocarse en la parte superior derecha, como se verá más adelante. Sobre las líneas de texto que debe tener cada subtítulo, se deben colocar máximo dos, pero excepcionalmente, como el subtitulado en directo, se pueden añadir tres. En el caso del diálogo de los personajes, cada línea del subtítulo corresponde a un personaje, por lo que no pueden mezclarse las líneas ni añadir información de un personaje en la línea de diálogo del otro por falta de espacio o de caracteres.
Para llevar a cabo la identificación de los diversos personajes de un contenido audiovisual, hay varias técnicas, como los colores, las etiquetas y los guiones ⎯entendiéndose de mayor a menor uso y por orden de prioridad⎯. En este caso, el uso de estas técnicas en la SPS es vital para que los espectadores puedan seguir la trama e identificar a los personajes que dialogan en cada momento en el caso de que estén fuera de plano o no se les enfoque directamente a la cara. Sin estas técnicas para la identificación de los personajes, los espectadores sordos o con deficiencias auditivas no podrían seguir correctamente la trama argumental.
En el caso de los colores, que es la técnica más empleada en la SPS, se elige un color que represente a un personaje durante toda la trama. Esto significa que no podemos cambiar el color del personaje ni utilizar el mismo color para varios personajes, pues confundiría al espectador.
No obstante, siempre y cuando la trama lo exija, se puede cambiar este color. Según la norma UNE 153010:2012 (pg 11): Una situación en la trama argumental que exige cambiar la asignación de colores ocurre cuando un personaje principal finge ser otra persona y los espectadores no deben saberlo en un primer momento. Si se mantuviera su asignación de color se desvelaría el secreto antes del momento señalado en el guion.
La norma también nos indica que cuando hay más personajes que colores podemos asignar, se utiliza el color blanco para los subtítulos de personajes que no tienen identificación o que no tienen papeles relevantes en la trama argumental y, por lo tanto, su identificación no es necesaria para el espectador. En el caso de que haya confusión a la hora de poner colores en los subtítulos de los personajes, se empleará la segunda técnica preferente: las etiquetas.
Para que se pueda seguir de manera fructífera la trama argumental, es necesario subtitular los efectos sonoros que aparezcan. Es importante recordar que se está subtitulando el contenido para una persona sorda o con deficiencia auditiva, por lo que no se pueda dar nada por hecho ni considerarlo irrelevante por el hecho de que el traductor sí lo oiga. Según la norma UNE 153010:2012 «un efecto sonoro puede producirlo cualquier persona o cosa que aparezca en la película tanto en pantalla como fuera de ella. Se subtitulará dicho efecto si no es evidente que se haya producido». Algunos ejemplos que se subtitularían serían (Risas), (Timbre), (Aplausos),(Música de suspense), etc. Por otro lado, en cuanto al ritmo y la sincronización, es importante que la subtitulación de estos efectos sonoros esté sincronizada con el contenido sonoro en sí para que se transmita la misma información y se respete la intención narrativa.
Cuando hablamos de información contextual, nos referimos a información que detalla las condiciones de las locuciones de los personajes. En este caso, el espectador puede recibir información pertinente sobre el estado de los personajes que con información visual no es capaz
de percibir. La forma de presentación de esta información es entre paréntesis y en mayúsculas, por ejemplo (NERVIOSO) No sabía nada. Del mismo modo, y como se puede ver en el ejemplo anterior, estos deben aparecer delante del diálogo del personaje y así el espectador sabe las condiciones del personaje cuando lee el subtítulo y es consciente de ello.
En primer lugar, es importante contextualizar la película sobre la cual se basa el presente trabajo. La película en cuestión es Contratiempo, una película española que se estrenó en 2016. Su director es Oriol Paulo y como actores importantes se encuentran Mario Casas, Ana
Wagener, José Coronado, Francesc Orella o Bárbara Lennie.
En la película Contratiempo, Adrián Doria (representado por el actor Mario Casas) se despierta un día en la habitación de un hotel. En el baño se encuentra el cadáver de su amante.
No obstante, Adrián niega que haya sido él y para evitar ir a la cárcel, contrata los servicios de una preparadora de testigos. En una noche, ambos se ponen a trabajar para poder sacar una pista que le evite ir a la cárcel. La mayor parte de la película se basa en flashbacks de los recuerdos y la historia que cuenta Adrián a la preparadora. Sin embargo, a medida que avanza la película se puede ir comprobando que los datos y la información que aporta el protagonista no son ciertos y
dan un giro importante a la trama y a todo lo que se había creído hasta el momento.
Uno de los aspectos más importantes de la película y por lo que se considera importante trabajar en la SPS es el doble personaje que se produce en la misma, ya que la madre de uno de los personajes y la preparadora de testigos son la misma persona; dato que no se sabe hasta prácticamente el final de la película, pero que no se debe desvelar porque es parte de la trama.
En lo que respecta a los retos a los que nos enfrentamos, podemos indicar los siguientes: En primer lugar, la transposición por escrito de lo que se ha dicho en la película de manera oral. Para poder plasmar de forma escrita lo que se ha dicho de forma oral, es importante tener en cuenta varios aspectos. El primero, hay que ceñirse a la verosimilitud de lo que se ha dicho; y segundo, sería importante empezar y terminar con palabras similares ⎯aunque luego haya que modificar o reducir lo que se dice⎯.
A la hora de asignar los colores a los personajes, se ha considerado vital ver la relevancia que tenían en las escenas y en la trama en sí. El personaje principal de la trama, Adrián Doria, tiene el color amarillo porque su personaje es muy relevante y sin él la película no tendría
sentido. Por ejemplo, el color verde se le ha asignado a la asesora porque es el segundo personaje con más carga en toda la trama. Si tenemos en cuenta el personaje que lo interpreta realmente y no el personaje por el que se hace pasar, podríamos decir que la madre de uno de
los personajes debería tener el color verde, pero ¿a qué precio? Si se hace de la última manera, estaríamos desvelando información que el director no quiere que los espectadores sepan y que repercute en el seguimiento de la trama. En este caso, lo mejor es poder subtitularlo tal y como se haría si el mediador no hubiera visto la película en ningún momento, es decir, poner el color al personaje que “actúa” en ese momento, sin pensar en el personaje que “es” realmente. En la subtitulación de esta película no hay problema, ya que el personaje real, es decir, la madre de uno de los personajes, tiene el color blanco y no llega a producir confusión en los espectadores por la mezcla de colores.
A lo largo de la subtitulación de la película Contratiempo han surgido diversos problemas a los cuales ha habido que proporcionar una solución eficaz y acorde con el espectador que la pudiera ver. En primer lugar, el principal y mayor problema con el que nos hemos encontrado es el doble personaje interpretado por la misma persona para engañar al protagonista. En este caso, la solución más acertada si hubiera que seguir la norma de los colores hubiera sido dejar el mismo
color para cada personaje y si un personaje tiene el color blanco por ser un personaje secundario habría que mantenerlo. No obstante, la norma UNE 153010:2012 también indica que hay excepciones para hacer el cambio de color. Uno de ellos es el que nos encontramos en esta
película. El director de la misma quiere mantener el suspense y hacernos creer que la asesora que está todo el tiempo con el protagonista y quien le saca toda la información es la asesora real, por lo que, si se cambia el color, los espectadores rápidamente verían algo sospechoso y ese color en los subtítulos daría información clave que solo se debe saber al final.
En tercer lugar, los efectos sonoros o información contextual que se aporta en la SPS. Tal y como marca la norma UNE 153010:2012, el tiempo máximo para un subtítulo es de 7 segundos, ya que si excedemos este tiempo provoca que el espectador lea en repetidas ocasiones la información que hay. En el caso de los efectos sonoros, hay veces que dura más de 7 segundos, puesto que la trama ha incluido música de intriga o de suspense que dura algunos minutos. En este caso, en el presente trabajo se ha optado por seguir la norma del máximo de los 7 segundos para no sobrecargar al espectador.
Por último, la información extra que se aporta sobre los personajes en la SPS. En muchos casos, los personajes titubean, hablan con rabia, con cariño, con desprecio, etc. En estos casos, es muy complicado ⎯por no decir imposible⎯ poder plasmar esos sentimientos en el texto del propio subtítulo. En el caso de que la cámara los esté enfocando, sí se puede descifrar o entender cómo se pueden sentir y cómo puede que estén diciendo esas palabras. No obstante, no siempre es tan claro y hay veces en las que el personaje no está en pantalla. En estos casos se introduce información relevante sobre el discurso del personaje para que el espectador se haga
una idea de cómo lo dice.
En la siguiente tabla se puede ver un extracto de la SPS realizada:
Tabla 1. Extracto de SPS. Elaboración propia
Puede concluirse que la SPS no es sino un elemento de accesibilidad para personas con algún tipo de deficiencia auditiva. La eliminación y la supresión de cualquier obstáculo que impida o dificulte la igualdad suponen un gran avance en la materia y es un elemento que se
trabaja día a día. Uno de los elementos clave en nuestro trabajo, y al que queríamos dar mayor relevancia, era la forma en la que se trabajan los colores cuando uno de los personajes tiene una doble interpretación desconocida para los espectadores hasta prácticamente el final de la serie, ya que es necesario que impacte de la misma manera que si la persona lo estuviera escuchando.
Siempre hay que tener en cuenta a los propios espectadores de este tipo de subtitulación, que serán los que la empleen y los que nos puedan dar sus valoraciones. A la hora de incluir la SPS en la TDT (Utray Delgado, 2009, pp. 200-201), las investigaciones realizadas sugirieron que las personas con deficiencia auditiva prefieren la literalidad, siempre y cuando sea posible, ya que demandan su «derecho de acceso a la información en igualdad de oportunidades».
Este hecho nos pone en una situación en la que se plantea una incógnita de difícil solución. Si tenemos en cuenta todos los elementos previamente analizados, con las dificultades y retos que plantean, ¿tenemos que recurrir a la literalidad o esta debería suprimirse en detrimento de la claridad del texto audiovisual? En este trabajo se ha optado por la claridad del texto ⎯aunque siempre que fuera posible por motivos espacio-temporales se recurría a la literalidad⎯, teniendo en cuenta la máxima de que un subtítulo literal que no pueda leerse de manera adecuada es un subtítulo que no ha cumplido su función y que, por lo tanto, va a dejar
en el espectador una sensación de falta de información y pérdida, puesto que no es capaz de leer los subtítulos.
Aegisub (27 de agosto de 2023). https://aegisub.org/
AENOR. 2003. Subtitulado para personas sordas y personas con discapacidad auditiva.Subtitulado a través del teletexto. UNE 153010. Madrid: AENOR.
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Díaz Cintas, Jorge. 2001. La traducción audiovisual. El subtitulado. Salamanca:Ediciones Almar.
Díaz Cintas, Jorge. 2003. Teoría y práctica de la subtitulación: inglés-español. Barcelona: Ariel.
Díaz-Cintas, J., Orero, P., y Remael, A. (Eds.). 2007. Media for all: subtitling for the deaf, audio description, and sign language (Vol. 30). Rodopi.
Díaz Cintas, Jorge. 2010. «La accesibilidad a los medios de comunicación audiovisual a través del subtitulado y de la audiodescripción» en Imperial College London. Cooperación y diálogo. Disponible en https://cvc.cervantes.es/lengua/esletra/pdf/04/020_diaz.pdf. [Consultada el 21 de agosto de 2023].
Mayoral, R. 1998. Traducción audiovisual, traducción subordinada, traducción intercultural. Seminario de Traducción subordinada, 12.
Paulo, Oriol (2017). Contratiempo. España: Antena 3 Films
Roales Ruiz, Antonio. 2017. Técnicas para la Traducción Audiovisual: el subtitulado. Madrid: Escolar y Mayo.
Utray Delgado, F. 2009. Accesibilidad a la TDT en España para personas con discapacidad sensorial (2005-2007). Madrid: Real Patronato de Discapacidad
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